A propósito de Henry

Hace poco, Pipol nos puso la película de A propósito de Henry para ver en clase. Durante las dos clases que duró la película hemos tenido tiempo para reflexionar el mensaje que se nos muestra en la cinta.

Conocemos a Henry, un abogado de éxito que triunfa en todo en la vida pero que mantiene con su familia, su mujer y su hija, una relación algo distante. Es un hombre cegado con el éxito, absorto en su trabajo y un poco egocéntrico, pero toda su vida se ve trastocada cuando un día va a comprar tabaco y le pegan un tiro, quedándose en coma durante un tiempo y posteriormente despertando, pero con la memoria y las facultades principales de su cuerpo perdidas .

Su mujer decide internarlo en un centro privado de rehabilitación donde aprende de nuevo a caminar, a comunicarse, a comer, haciéndose muy amigo del fisioterapeuta, quien, con su manera particular de ver el mundo, le ayuda a empezar su vida de cero.

Cuando ya mejora lo suficiente deciden mandarlo a casa, a lo que el se niega, pero al hablar con su hija decide regresar a casa. Es entonces cuando su familia descubrirá a un nuevo Henry, cuyos valores han cambiado radicalmente.

Lo que observamos en esta película es que el sentido que le damos a nuestra vida puede cambiar en cualquier momento, solo necesitamos recibir ese disparo que nos abra los ojos y nos muestre el camino que debemos seguir para conseguir la felicidad. Ese disparo puede ser cualquier cosa, desde una situación personal que nos haga replantearnos todo lo que conocemos o conocer de una realidad que nos ablande un poco el corazón.

Lo que siempre debemos tratar de averiguar cual es el sentido de nuestra vida y que es lo que nos hace felices, pero no solo una vez, sino volver a reflexionar sobre esto para asegurarnos de que estamos siguiendo la ruta adecuada.


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